Comprendiendo el Karma-
La Ley de Causa y Efecto

El estudio del karma

Todos estamos buscando la forma de mejorar nuestra situación en la vida. Todos hemos tenido sentimientos como estos: “Necesito más dinero”, “Estoy solo/a”, “Deseo tener un trabajo mejor”, “Deseo esto y aquello”, “¡Si tan sólo me dejaran en paz!”…

Lo peor de todo, es que muchas veces nos sentimos completamente impotentes para cambiar nuestras circunstancias. Y a pesar que no exista una solución simple a estos problemas un estudio profundo de esta ley, conocida también como la “ley de causa y efecto”, nos podría revelar algunas claves natas para llegar al cambio consecuente.

La tercera Ley de Movimiento de Newton

La tercera ley del movimiento de Newton nos dice que cada acción tiene una reacción igual y opuesta. En Física, esto significa que cuando un objeto colisiona con un objetivo, este último ejerce al mismo tiempo una fuerza de igual magnitud y dirección opuesta hacia el objeto. La ley del Karma generaliza esta ley a todas las áreas de la vida, más allá del movimiento físico.   

Cuando una persona ejerce una fuerza sobre cualquier otra parte de la vida, esta fuerza se dirigirá a su objetivo, pero a la vez retornará a la persona que la emitió.  Experimentamos la certeza de lo antedicho cuando ofrecemos a alguien una palabra de contención o una “mano amiga”. Emitimos una fuerza de compasión hacia alguien mediante lo que decimos y hacemos  e instantáneamente sentimos la misma compasión en nosotros en la forma de un sentimiento confortante.

Cuando enviamos nuestra energía positiva hacia otros, no podremos evitar que la buena energía que enviamos regrese hacia nosotros mismos. Algunas veces  regresa de inmediato y otras veces, puede tomar un tiempo, pero siempre regresa, y esta es la simple e inevitable ley del karma.

Que la ley del karma obre a tu favor 

Una vez que comprendemos la ley de causa y efecto, el paso siguiente es utilizarla a nuestro favor. Después de todo, si sabemos qué clase de energía queremos recibir, entonces podemos atraerla simplemente enviando en primera instancia la misma clase de energía.

Por ejemplo, si sabemos que enviando amor hacia los demás nos hará sentir amados, entonces podemos dar el primer y gran paso para poner fin a un ciclo de soledad mediante el envío de amor a alguna otra persona. Y si sabemos que esa tolerancia hacia los demás va a crear una situación donde los demás sean tolerantes hacia nosotros, entonces podemos tratar de ser más comprensivos y comenzar a sanar una relación personal conflictiva.  

Lo más importante es, que cuando estamos agradecidos por todas las oportunidades que tenemos y nos esforzamos de hacer lo mejor con lo que la vida nos ha dado, nos garantizamos que la vida nos devuelva más oportunidades. Comprender esta secuencia de causa y efecto es la clave para que la ley del Karma obre a nuestro favor.

Somos Responsables

En definitiva, lo que la ley de causa y efecto nos enseña es que somos responsables por nuestras acciones y por nuestras circunstancias. Si estamos parados en un lugar difícil en la vida, está sobre nosotros la responsabilidad de encontrar la manera de atraer la energía que necesitamos para salir de esta situación.

Si tenemos carencias, debemos encontrar la forma de entregar más de nosotros mismos. Si deseamos mayores oportunidades, debemos encontrar el camino para mostrarle a la vida que estamos sacando provecho de cada oportunidad, que nos es otorgada.

La Ley del Karma nos señala que cada acción tiene una reacción igual y opuesta. Entonces la pregunta es ¿Cuáles son las acciones que tenemos la voluntad de tomar para crear las reacciones y las circunstancias de la

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